En 1.825, Thomas Sandeman (de la famosa familia del Oporto) estableció una pequeña tienda en Perth (capital provincial de Perthshire), como comerciante de whisky. Se unió con Arthur Bell, quien por los últimos años de la decada de 1.840 se quedó como el único socio. Bell fue un hombre cuidadoso, modesto, y tenía un alto sentido de la moralidad - era un miembro de una secta religioso protestante cuyo refrán era " trabajar lo mejor que pueda, y siempre juega limpio".